Reforma y rehabilitación de un convento del siglo XIX convertido a hotel. El hotel consta de 19 habitaciones que conservan la esencia del pasado, la escuela de las Carmelitas Vedrunas.
La finalidad del proyecto ha sido mantener en todo momento el aspecto original del edificio manteniendo las aberturas exteriores y aplacados de piedra en fachadas, y recuperación del hueco de escaleras original. Los materiales empleados en los acabados intentan reproducir el aspecto original del edificio, tales como mosaicos hidráulicos en pavimentos, baldosas biseladas en baños, elementos de forja en barandillas y rejas, entre otros.